viernes, 25 de abril de 2014

Especies de espacios de George Perec



El libro “Especies de Espacios” de George Perec, describe y analiza en cada capítulo distintos espacios cotidianos, comenzando por el más próximo, cercano, al más lejano. Va desde el interior hasta el exterior, del adentro al afuera. De menor escala a mayor escala.
En concreto hace un recorrido desde la cama, a la habitación, el apartamento, el inmueble, la calle, el barrio, el campo, el país, Europa y el mundo.

En este viaje por los distintos espacios el autor nos invita a que reparemos en lo que nos rodea. Son espacios en los que, a pesar de utilizarlos todos los días, no centramos nuestra atención, pasando desapercibidos multitud de detalles que los hacen especiales y únicos.

medida que se avanza en el libro se va tomando consciencia del día a día, de que cada uno de esos espacios está unido íntimamente a tu vida, a un momento y a un contexto determinado, a unas personas, a una historia, a tus recuerdos. Estos espacios forman parte inseparable de tus vivencias.
Es un libro que te hace reflexionar, valorar el espacio que se ocupa, un espacio sobre el que nosotros actuamos, que nos define y nos marca, el espacio como vehículo de nuestra vida. Con esta lectura haces un repaso mental de tus propios espacios, de los que utilizas diariamente

A lo largo de la vida habitamos numerosos espacios, estos espacios no se pueden entender sin las personas que en ellos conviven.

De todos los espacios sobre los que el libro hace incapié el que más me ha interesado ha sido el barrio, ese espacio que es cercano, en la medida en que actuamos en él todos los días, pero sobre el que no tenemos el control. No es como nuestra cama o la habitación. Es un espacio cambiante en el que actúan muchas personas que forman un conjunto. Como dice George Pérec es una “porción de ciudad”. En el barrio realizas actividades culturales, sociales, medioambientales, etc. Te ofrece muchas posibilidades y en función de la que se escojas conformas un día diferente. Estas decisiones diarias que tomamos sobre cómo distribuir el tiempo y en qué actividades emplearlo repercuten tanto física como psíquicamente en nosotros y en los que nos rodean. Y es a través del espacio “barrio” que podemos realizarlas.

En otro orden de cosas, me queda resaltar una frase del libro que me ha llamado la atención “Lo más bonito de las casas antiguas eran las escaleras. Y son lo más feo, lo más frío, lo más hostil, lo más mezquino de los edificios de hoy en día. Deberíamos aprender a vivir mucho más en las escaleras. Pero ¿cómo?”

Estoy deacuerdo con esta frase, con el paso del tiempo las escaleras de muchos edificios han quedado relevadas a un lugar secundario, son concebidas como un mero instrumento. Sin embargo en edificios más antiguos eran elementos con mucha presencia, que articulaban los espacios, que generaban movimiento y a las que se les reservaba un lugar privilegiado. Comparto la preocupación del autor del libro y creo que son un elemento muy interesante e importante al que hay que dar cierta prioridad.

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